El principio activo es la parte fundamental de cualquier presentación farmacéutica. Es el responsable del efecto farmacológico de un tratamiento o medicamento. Es decir, el principio activo de un fármaco es aquel que permite prevenir, tratar o curar una enfermedad u otro tipo de trastorno de salud. Concretamente se emplea en el ámbito de la química para nombrar al componente que aporta las cualidades farmacológicas presentes en una sustancia.

¿Cuáles son los principios activos en la cosmética y sus beneficios?

En cosmética, los principios activos son ingredientes que tienen una acción específica en la piel. Son los responsables de que el cosmético cumpla la función para la que está elaborado, pues cada uno de ellos tienen una finalidad concreta en cosmética, aunque no tienen por qué cumplir una única función. De ahí que puedan combinarse en un solo cosmético y cumplir varias funciones.

Algunos de los más utilizados son:

  • Aceite de almendras dulces. Tiene un alto poder hidratante y emoliente. Se trata de un aceite noble con color amarillo claro, inodoro y de sabor dulce. En cosmética se utiliza principalmente como tratamiento para pieles delicadas, sensibles e infantiles.
  • Aceite de Germen de Trigo. Es aquella parte del grano con mayor parte de nutrientes, rica en vitamina E, vitaminas del grupo B, aceites esenciales y minerales. Este activo es regenerador y protege la piel aportándole brillo, suavidad y tersura.
  • Aceite de Rosa Mosqueta. Es un aceite con alto contenido en ácidos grasos esenciales. Además, es regenerador, atenúa cicatrices, aporta lubricación y tersura la piel.
  • Ácido Ascórbico. Inhibidor de la tirosinasa, antiinflamatorio y antirradicales libres. Sin duda, un importante antioxidante.
  • Ácido Fítico. Se emplea como aclarante de la piel en pieles sensibles. Es una opción para los tratamientos de mantenimiento y durante el verano.
  • Ácido Glicólico. Es un alfahidroxiacido que actúa en la rotura de la unión entre los corneocitos, disminuyendo el grosor del estrato corneo, ejerciendo una acción exfoliante. Por otro lado, mejora la absorción de otros activos.
  • Ácido Hialurónico. Sustancia natural que se forma en los tejidos cognitivos de la mayoría de los vertebrados. Sus funciones son las de transportar los nutrientes esenciales a través de la sangre hacia las células, retener el agua (puede retener el agua miles de veces su peso), y lubricar y proteger la cohesión del tejido epitelial contra factores externos.
  • Ácido Kójico. Bloquea la formación de melanina y previene la formación de radicales libres.
  • Ácido Salicílico. Es un queratolítico muy activo. Provoca la caída de la capa córnea de la epidermis y disminuye su grosor. Se usa en casos de acné, puntos negros, callosidades, queratosis folicular, y verrugas. Su uso más común es para prevenir los puntos negros y el acné, ya que exfolia químicamente la superficie de la piel, puede penetrar hasta el poro para limpiarlo (ya que es soluble en grasa), tiene propiedades antibacterianas, así como antiinflamatorias. El ácido salicílico puede, asimismo, mejorar la producción de colágeno, suavizar o eliminar líneas superficiales, reducir manchas cutáneas y calmar rojeces.
  • Aloe Vera. Acción antiinflamatoria, cicatrizante, regenerador del tejido cutáneo, emoliente, bactericida, antimicótico y antirradicales libres
  • Avena. Tiene dos acciones principales. Por un lado, acondicionadora de la piel debido a su contenido en proteínas y carbohidratos.
  • Cafeína. Favorece la degradación de los triglicéridos almacenados en los adipocitos, estimulando la micro-circulación sanguínea cutánea potenciando las respuestas vasodilatadoras.
  • Caléndula. Tiene propiedades emolientes, antiinflamatorias, cicatrizantes y revitalizantes de la piel agredida. Otorga suavidad y tersura.
  • Colágeno. Contribuye a mantener la integridad del tejido conectivo dérmico, dando elasticidad y turgencia a la piel.
  • Glicerina. Es un agente hidratante.
  • Hammamelis. Posee una acción astringente, descongestionante, antiséptica, calmante, hemostática y vasoconstrictora.
  • Retinol. Es una forma de la vitamina A. Se utiliza principalmente para tratamientos de rejuvenecimiento ya que es una coencima que estimula el buen funcionamiento de la piel y, además, ayuda a mantener su hidratación y elasticidad natural.
  • Vitamina C. Es un inhibidor de la tirosinasa, antiinflamatorio, antirradicales libres. Además, se trata de uno de los activos con mayor aporte de luminosidad y un gran antioxidante.
  • Vitamina E. Ayuda a combatir el envejecimiento por su acción antirradicales libres.

Sin duda, conocer la función de cada uno de los principios activos que componen los productos de la alta cosmética es de gran utilidad para saber qué conviene más a la piel.

Para más información puede consultar este enlace.

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